Partygate en ocasiones referido también en ámbitos hispanohablantes con el juego de palabras Botellonson o BoteJohnson fue un escándalo político en el Reino Unido sobre fiestas y otras reuniones del personal del gobierno y del Partido Conservador celebradas durante la pandemia de COVID-19 en 2020 y 2021, cuando las restricciones de salud pública prohibieron la mayoría de las reuniones. Si bien hubo varios cierres en el país, se llevaron a cabo reuniones en el número 10 de Downing Street, su jardín y otros edificios gubernamentales. Los informes de los hechos atrajeron la atención de los medios, la reacción del público y la controversia política. A fines de enero de 2022, la Policía Metropolitana investigó doce reuniones, incluidas al menos tres a las que asistió Boris Johnson, el primer ministro. La policía emitió 126 avisos de multas fijas (FPN) a 83 personas que la policía descubrió que habían cometido delitos bajo las regulaciones de COVID-19, incluidos uno para Johnson, su esposa Carrie Johnson y Rishi Sunak, el Ministro de Hacienda, quienes se disculparon y pagaron las multas. El escándalo finalmente jugó un papel en la próxima renuncia de Johnson como primer ministro.[1]
Después de que se filtró el video de la conferencia de prensa simulada, el 8 de diciembre de 2021, Johnson anunció una investigación de la Oficina del Gabinete, que finalmente fue realizada por la funcionaria Sue Gray. En enero de 2022, la Policía Metropolitana abrió su propia investigación sobre posibles infracciones de las regulaciones de COVID-19, lo que retrasó el informe de Gray. El 31 de enero de 2022 se publicó una actualización de la investigación de Gray. El informe final de Gray de mayo de 2022 describió múltiples eventos, incluido el consumo excesivo de alcohol y la falta de respeto hacia el personal de limpieza y seguridad. Concluyó que los altos cargos políticos y de la función pública "deben asumir la responsabilidad de su conducta".[2]